GRAN INFORME DE LO ACONTECIDO EN LA FINAL
Argentina venció a Uruguay en cífras de 100 a 85. Argentina tomó nota de los errores cometidos y corrigió todo para el partido decisivo.
Aunque también cabe la posibilidad, conociendo a Guillermo Narvarte, que la selección haya guardado ajustes defensivos en la serie regular para implementarlos en la final.Las dos pesadillas del partido anterior no fueron problemas: Esteban Batista y Nicolás Mazzarino fueron presa de la defensa de conjunto de Argentina. Se destapó sin embargo un talentoso natural que llevó a los suyos a pelear de igual a igual hasta el último minuto el título: Leandro García Morales.En todo el torneo la confianza en Paolo Quinteros y Diego García jugando juntos trajo mas dolores de cabeza que satisfacciones, no obstante, justo en la final se vio lo mejor del tándem de escoltas juntos.En Argentina dominó a voluntad hasta los 16 minutos sin embargo se quedó sin gol los últimos cuatro minutos de la primera mitad y permitió un parcial celeste de 10-0 de la mano de LGM volver al partido.Fue más con Román González y fue más con su suplente: Juan Gutiérrez. Ambos con la ayuda de Pelussi y el buen ingreso de Manoldi impusieron supremacía en la pintura sobre el terceto Batista-Paez-Charquero.El partido comenzó gol por gol. Cero defensas, todo ataque. Después de ir perdiendo 11-16, la selección Argentina marcó un parcial 13-0 que lo llevó adelante 24-16. Después del minuto que pidió el técnico celeste Uruguay volvió con una marcación zonal que le ayudó a contener el juego interior.De todos modos con la acertada conducción de Maximiliano Stanic, Argentina tuvo una gran distribución de la pelota y gol repartido en casi todas las posiciones. La defensa Uruguaya tardó mucho en subir su intensidad y permitió también cierta facilidad para que los nuestros se pasaran el balón con comodidad.En el segundo cuarto se sentó Román González pero el buen ingreso de Juan Gutiérrez lo suplió muy bien. Salvo en la primera defensa que se durmió en un pick and roll con Esteban Bastista, luego se hizo grande, dominante y ayudó además con el goleo. Hubo una buena marca perimetral salvo para Leandro García Morales. El escolta que figura en el "Pato" de Villa Biaritz, confirmó sus excelentes condiciones y que la LUB le queda chica, y se cargó la mochila ofensiva de su equipo sabiendo que Mazzarino tenía todas las miradas defensivas.Después de sacar una máxima de 11 (48-37) Gerardo Jauri paró el partido con un minuto, Uruguay subió la defensa, Leandro García Morales apareció en el goleo, Argentina ya no subió la pelota tan cómodo, y sobre todo erró los tiros que antes metía. Hubo tres minutos sin gol y Uruguay clavó un parcial 10-0 para volver al juego (48-47). El primer tiempo cerró con un golazo de Paolo Quinteros para un ventaja de sólo tres (50-47).En el tercer cuarto salieron los dos equipos lastimando por la misma vía: Diego García por un lado y Leandro García Morales por el otro. Ambos se defendían entre si. “Defender” es una manera de decir. Fue gol por gol.Pero Argentina volvió a ponerse bien en defensa. Sin dejar en toda la noche que Batista se torne decisivo, trabajando muy bien con las ayudas y el rebote defensivo, le hizo la vida imposible a su oponente. Mazzarino sufría a Quinteros y no tenía espacios para tirar.De a poquito se fue desprendiendo en el marcador y sacó la máxima de doce puntos (73-61), con gol repartido y buena defensa. Con un triple sobre la chicharra de Paolo Quinteros, Argentina sacó una diferencia de 13 puntos (76-63) para cerrar el tercer cuarto.Pero todo cambió en el último segmento. Se acabó la distancia y se acabó la tranquilidad de la Argentina. En cinco minutos la selección sólo anotó tres puntos y Uruguay aprovechó para marcar un parcial 11-0 y meterse otra vez en partido (79-78).Uruguay tuvo una buena conducción desde la base, la firme convicción de no entregar el partido y aprovechó los tiros forzados de Argentina para hacerse del rebote y jugar bien. Fue lo peor del juego para los nuestros, fueron cinco minutos perdidos en el campo.Con el resultado 81-80 Román González erró dos libres. El partido era dramático, pero Leandro García Morales no logró desde la línea de simples pasar al frente (81-81). La recta final fue mucho temple por ambos equipos y lo mejor de Argentina se vio allí.Con un par de buenas acciones defensivas la distancia se hizo de seis (89-83) a falta de 2:50 para el final. La mejor noticia no era que Argentina ganaba sino que había reencontrado el gol. De hecho hizo solo 3 puntos en los primeros 5 minutos y 21 en lo siguientes.El desenlace lo vio muy activo a Esteban Batista, que no fue decisivo pero apareció en momento claves. Con dos dobles suyos se acercaron a cuatro (91-87) pero un triple de Stanic con una extraordinaria cortina de Pelussi le da un aire de siete a la Argentina (94-87) a falta de 1:40. Uruguay lejos estuvo de rendirse, acompañado por el favoritismo del público local. Leandro García Morales estuvo endemoniado, intratable. De sus manos se vio lo mejor en ofensiva charrúa y con una acción de doble y falta puso las cosas a dos (96-94) a falta de 59 segundos.Maximiliano Stanic la picó 20 segundos en el ataque siguiente, forzó un tiro muy volado que se quedó a un metro del aro y el cierre lo tuvo Uruguay. Pero en una acción repetida García Morales ayudó a su bandeja de zurda con el brazo derecho para sacarse al oponente de encima y los árbitros cobraron falta en ataque sobre Juan Gutiérrez. Lo fue. A falta de 28 segundos el cierre le quedó a la Argentina que con Libres de Maxi Stanic primero y Diego García después sellaron el partido. Al final, un triple de 7 metros, del terrible LGM, salió por muy poquito, lo que realmente lamentamos muchísimo.
Este eran sin lugar a dudas el Sudámericano a ganar, la verdad ayer no se entiende porque no se les dió descanso a las figuras celestes que sin dudas sintieron el trájin en la final.
Uruguay dejó todo y no le dió.Hace 11 años, que no se gana un Sudámericano, y viendo los planteles Argentinos y Brasileros, era favorita la celeste.
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